



El término rumiación en psicología es un pensamiento inconsciente, casi obsesivo, sobre idea o problema potencial que te hace sentir incómodo, por lo que se hace difícil detenerse y salir de la situación.
STOP PARAR ACABAR TERMINAR FINALIZAR LA RUMIACIÓN
• Quien piensa en exceso solo se centra en los problemas, jamás en las soluciones; y
acaba agotado física y mentalmente.
• La cantidad de pensamientos no es problema; los problemas surgen asociados a
nuestras reacciones.
• El sobrepensamiento deja tras de sí incapacidad de disfrutar de las cosas, dificultad
para conciliar el sueño…
• Pero muchas veces dejamos los pensamientos sin llegar a ninguna conclusión y los
retomamos y dejamos miles de veces, haciéndolos inútiles. Decimos entonces
que estamos rumiando.
• Al estar pensando en solucionar el problema que nos hace sentir mal ya estamos haciendo algo para solucionarlo y, por tanto, nos va calmando. Pero, por otra parte,
preocuparnos demasiado no nos hace llegar a mejores soluciones. Si el proceso de
tomar decisiones se alarga, finalmente podemos tomar decisiones en el último
momento y de forma impulsiva”.
• Debemos evitar reaccionar a un pensamiento como si fuera una realidad.
• No se trata de pensar menos, sino de pensar mejor y apagar la voz interna que
alimenta nuestros miedos.
• “Debemos detectar nuestras ideas irracionales, apagar esa voz interna obsesionada
en criticarnos, en poner en duda cada cosa hecha y en alimentar de miedos nuestro
futuro.
• El criterio fundamental para saber si estos razonamientos nos ayudan o por el
contrario nos meten en líos es considerar si nos alejan de la dirección en la que
queremos ir en la vida o nos retrasa indefinidamente seguirla.

