El sentimiento o la percepción de que no disponemos de recursos suficientes para afrontar nuevos retos y de que todo lo que se hace está mal, puede llegar a ser bastante frustrante.
Además, dependiendo de la información que recibimos desde afuera, este sentimiento se puede acrecentar.
En determinados momentos, y debido a diversos factores, este sentimiento puede cambiar. Vivencias del pasado y rasgos personales, influyen, sin duda, en ello. Y así como hay personas que viven estos momentos como algo natural dentro del proceso de constante aprendizaje que es vivir, otras personas sienten que no tienen la capacidad para afrontar estos cambios tan importantes en sus vidas y les afecta negativamente.
En estos casos, la mente les bombardea con mensajes del tipo «no sirvo para nada» y se preguntan «¿qué hago con mi vida?». Lo más complejo de esta situación es que, cuando se presenta, puede que no sepas cómo afrontarla. En estas situaciones, la vida puede volverse realmente compleja ya que:
- Tienes una actitud negativa y pesimista de forma generalizada.
- Ves siempre el vaso medio vacío. No confías en tus posibilidades de éxito. En cambio, piensas que los demás tienen suerte y que son perfectos.
- Exageras las dificultades
- No eres consciente o no pones en valor las propias fortalezas, centrándote más en los obstáculos que en las posibles soluciones y tu capacidad de superarlos.
- Sientes envidia
- Ves los logros de los demás como fracasos propios. Piensas que lo único que hace el éxito de otra gente es recordarte tus propias carencias.
- Vives a la sombra de los demás.
- Quieres agrada de forma excesiva.
¿Qué puedes hacer?
- Acéptate a ti mismo y potencia tus habilidades y capacidades.
- Intenta hacer un ejercicio de reflexión pensando en lo que mejor se te da hacer, tómate tu tiempo y se realista no dejes que los pensamientos negativos invadan tu realidad.
- Marcarte objetivos realistas. Tal vez te sientes inútil porque te has marcado unos objetivos por encima de tus posibilidades.
- Evita compararte con otras personas.
- Céntrate en tus puntos fuertes.
- Aléjate de las relaciones tóxicas. A veces nos rodeamos de personas que para sentirse bien nos infravaloran.
